lunes, 21 de junio de 2010

En un partido intenso, Brasil logró su pase a la siguiente ronda

Luis Fabiano en la acción del segundo tanto.


Con un doblete de Luis Fabiano y Kaká otra vez como gran comandante del equipo, Brasil se aseguró la clasificación a los octavos de final, al imponerse 3-1 a Costa de Marfil, en un partido que terminó con la expulsión de Kaká, el astro del Real Madrid.
Luis Fabiano rompió un ayuno goleador de nueve meses con la camiseta amarilla al marcar los dos primeros tantos, a los minutos 24 y 50, y el centrocampista Elano amplió al 62. El ariete Didier Drogba, del inglés Chelsea, anotó el del honor africano, al 79.
Loa muchachos de Carlos Dunga lograron demostrar, por primera vez, que son candidatos al título, no sólo por su inspirado sistema ofensivo, sino también por su defensa sólida, que virtualmente anuló a Drogba.
El primer tanto llegó gracias a una jugada de Kaká: tras una combinación con Robinho y Luis Fabiano, superó a cuatro marcadores y entregó la pelota al segundo, quien, totalmente libre, definió con un disparo cruzado inatajable para Barry.
El artillero del Sevilla festejó el fin del ayuno goleador de seis partidos con la 'verdeamarelha' levantando las manos hacia el cielo y, luego, mostrando a las cámaras seis dedos, en alusión al hexacampeonato que busca Brasil en Sudáfrica.
Y no se quedó ahí: al minuto 50 justificó ampliamente su apodo de Fabuloso al superar a dos marcadores y rematar con un fuerte disparo de zurda para ampliar la ventaja. Jugada que ha sido ampliamente discutida debido a las dos veces que el brasilero utilizó el brazo para controlar la pelota.
Una bella jugada armada por Gervinho por la banda izquierda permitió a Costa de Marfil acortar distancias. El delantero del Lille cruzó toda la cancha y habilitó a Yayá Touré, éste lanzó impecable servicio a Drogba, quien remató con un certero cabezazo y así anotó el primer tanto de un equipo africano a la verdeamarelha en la historia de los mundiales.
Los últimos 10 minutos fueron de guerra, con múltiples faltas y provocaciones. En uno de esos roces, Kader Keita se estrelló con el hombro de Kaká y se dejó caer, doliéndose en exceso, como si le hubieran picado los ojos. El brasileño recibió su segunda tarjeta amarilla y terminó expulsado de la cancha por el árbitro francés Stéphane Lannoy.
Pese a la intensa presión de los elefantes en los minutos finales, Brasil logró un convincente triunfo que le permitió festejar una fácil clasificación a octavos en el llamado grupo de la muerte. Aunque no tendrá a Kaká en el encuentro del viernes próximo ante Portugal, el duelo contra el equipo de Cristiano Ronaldo dejó de ser vital.

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