domingo, 1 de noviembre de 2009

Huila venció a Junior y se clasificó a las semifinales

El corte del fluido eléctrico en el estadio Guillermo Plazas Alcid, y un posterior aguacero, que acabó con la demarcación del terreno de juego, obligaron al árbitro central Ramiro Suarez a detener el igualado partido (1-1).
Los primeros 45 minutos del juego fueron de claro dominio para los huilenses, que con remates de Diego Arango, David Córdoba e Iván ‘Champeta' Velásquez probaron en primera instancia los reflejos del seguro arquero Didier Muñoz.
Junior, con el ingresado al minuto 19 Carlos Bacca, trató de sacudirse con dos disparos, pero estos carecieron de la suficiente puntería para abrir el marcador.
Sin Giovanni Hernández en sus filas, y ante la presión de un conjunto ‘opita' volcado en busca de la victoria que le permitiera asegurarse de una vez por todas en los cuadrangulares semifinales, Junior vio cómo al minuto 43 el árbitro sancionó un tiro penalti en su contra, tras mano en el área del defensor César Fawcett.
Luego de los reclamos de los jugadores del equipo visitante, que consideraron la infracción como involuntaria, el goleador ‘Champeta' Velásquez celebró con remate potente al centro del arco el primer tanto del encuentro.
Con la desazón de la derrota temporal, los dirigidos por el uruguayo Julio Comesaña se fueron al descanso intermedio a tratar de recomponer el camino en la etapa complementaria.
Y así lo harían hasta que se detuvo el juego. Los barranquilleros equilibraron las acciones y en el minuto 56, tras un gran pase de Freddy ‘Totono' Grisales entre los defensas centrales del Huila, el ‘artillero' de los ‘tiburones' Teófilo Gutiérrez definió con sutil toque a un costado del arquero Luis Estacio para poner el 1-1.
Los minutos pasaban y Junior parecía tener controlado el juego. Sólo un nuevo remate de ‘Champeta' que sacó por encima de su humanidad Muñoz logró amenazar la paridad.
Con el reloj señalando el minuto 67 la luz se fue en el escenario deportivo de Neiva. Después de algunos minutos de receso y con las torres de energía en perfectas condiciones, fue la lluvia la que borró las líneas del terreno y obligó a la detención final del juego.

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